La Emisora donde se siente, se aprende y se vive la Salsa. ¡Llegó y Pegó!

La música ha sido el horizonte hacia el que siempre ha puesto su mirada Pablo Mayor; ha definido su vida, la ruta y el lugar de llegada. El camino que quiso recorrer desde sus primeros años, cuando teniendo la oportunidad de elegir una carrera que le asegurara un bienestar próspero, se decidió por ese incierto pero maravilloso mundo de la música, y no por la música que dominaba la escena de la sucursal del cielo donde había nacido, no; su interés estaba en la música que embellecía el mismo cielo: el Jazz.

A los 11 años, Pablo Mayor ya tocaba de oído, y en sus últimos años de bachillerato trabajó en el almacén Sears en el departamento de venta de instrumentos musicales, afianzando su decisión de estudiar música, e inscribiéndose luego en la Universidad del Valle donde estudió solo tres semestres, debido a que no sintió que el enfoque que quería darle a su carrera musical lo podía cumplir allí.
Paralelamente, mientras estudiaba la armonía del jazz con el maestro Cicerón Marmolejo Correa empezó a tocar el piano con bandas locales como La Quinta Compañía, Cuarta Generación, y en la conocida banda salsera Los Bunkers. Ya en esta banda y con 24 años sintió la imperiosa necesidad de avanzar en sus estudios musicales, tomando así la decisión de hacerlo en los Estados Unidos, en la University of North Texas, donde cursó estudios de jazz a nivel de pregrado y maestría con énfasis como arreglista.

Vuelve a Colombia en 1998 terminados sus estudios y con su vocación natural a la enseñanza se acercó a la Universidad Javeriana de Bogotá a ofrecer los conocimientos musicales adquiridos, con la suerte que la música le ha destinado, que el maestro Antonio Arnedo acababa de retirarse de dirigir el programa de jazz y le dieron su cargo, el cual ocupó por espacio de un año, durante el cual también se compenetró con la música colombiana, conoció a Toto La Momposina, y con el tremendo percusionista caleño Larry Joseph y la voz brillante de Mauro Castillo entre otros formaron la banda Sotavento. En el Festival Petronio Álvarez ganaron el premio a mejor arreglo musical con el tema ‘Alboroto’.

Con todo este nuevo cargamento de sonoridades de música colombiana, que en su mente se mezclaban con el jazz empieza a idear nuevos proyectos; la música lo vuelve a empujar a nuevas fronteras, nuevos retos; regresa a los Estados Unidos en 1999, ahora a Nueva York donde su novia adelantaba estudios musicales y donde estaba la tierra abonada para plantar la semilla de sus sueños.

En ese mismo año conoce a Eddy Zervigón, quizás el flautista activo más importante de la escena salsera, cuya banda la Orquesta Broadway ha estado vigente desde 1962, y lo integra como pianista, donde lleva más de veinte años, participa también como pianista en la legendaria banda Los Pleneros de la 21, siendo el único no puertorriqueño en hacerlo.
Paralelo a la enriquecedora participación en estas dos bandas de largo recorrido en el ambiente latino empieza a desarrollar dos de sus proyectos más valiosos; uno de ellos fue la creación del Encuentro de Músicos Colombianos en NY, que eventualmente pasó a llamarse el Encuentro NYC, el cual lo realizó por 17 años, presentando a todos los artistas colombianos que estaban en New York, celebrando la cultura colombiana en los mejores escenarios de Manhattan. Se suma a esto la creación del programa Cumbia for kids, donde se enseña música colombiana a niños en New York.

Su segundo proyecto también empezó a gestarse una vez desembarcó en la gran manzana, el cual era tomar las diferentes formas de la música colombiana y darle un formato más urbano. Y qué mejor para ello que apoyarse en el jazz; empezó así entonces a fusionar la cumbia, el porro y hasta el pasillo con las armonías jazzísticas, trabajo portentoso al cual se unió uno de los grandes bajistas de la salsa y el jazz, el maestro Andy González, quien al escuchar la propuesta de Pablo Mayor aceptó acompañarlo en su primer álbum, el cual salió prensado en el 2003 con el nombre de ‘Aviso’, y el nombre de la banda, el mas acertado para su proyecto: Folklore Urbano.

Folklore Urbano ha sido el sello distintivo de Pablo Mayor. Después del álbum ‘Aviso’, le siguió ‘Baile’ en el 2005 ya bajó su propio sello Chonta Records y Corázón en el año 2007, en todos ellos con la misma exploración de los ritmos colombianos y con la incesante experimentación; se destacan sus arreglos y que casi el 100% de los temas son composiciones propias.

Su mas reciente trabajo musical fue lanzado en el 2020, donde con su banda Folklore Urbano Orchestra se acerca a la salsa; algo quizás inevitable ya que la salsa, es ese ritmo catalizador donde pueden mezclarse también los ritmos colombianos y el jazz con la sonoridad afrocubana.

El nombre del álbum El Barrio Salsa Project representa de manera precisa la melodía que se grab; salsa de barrio compuesta en gran parte por Pablo Mayor, quien realizó también los arreglos musicales. En Cali, en el barrio se gozó mucho el tema Que pena me da.

En el 2020, Pablo Mayor obtuvo un valioso reconocimiento del condado de Westchester de Nueva York, al recibir el ‘Artist Award from ArtsWestchester’ por su contribución a las artes a través de la música.

Ya han pasado mas de 30 años en la carrera musical de Páblo Mayor, dejando profunda huella y un camino a seguir en la música colombiana, en el jazz, y ahora en la salsa, con trabajos que aportan nuevas composiciones y propuestas. Nuestra misión es buscar los espacios dónde amplificar todos estos valiosos aportes a la música de Pablo Mayor, esa sería nuestra forma de decir gracias.

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