La Emisora donde se siente, se aprende y se vive la Salsa. ¡Llegó y Pegó!

100 discos DE Oro DE Pura Salsa De la Buena:

New York en Tiempos Del Palladium. (1).

Apasionado con mi melomanía empedernida, he realizado varias acciones académicas orientadas a construir diversas colecciones de “música salsa” entre las cuales destaco las siguientes:

*Colección solistas de la salsa.

*80 soneros inmortales y 160 salsas inolvidables.

* 200 mejores orquestas salseras del mundo.

Las dos primeras fueron terminadas a satisfacción gracias a Dios; sobre la tercera, preferí suspenderla, luego de sospechar, que podría entrar a realizar crónicas repetidas, lo cual no me perdonaría jamás en la vida por razones obvias.

Hoy, con nuevos ánimos y disposiciones inicio la presente colección de “100 Discos de Oro de Pura Salsa de la Buena”, seleccionada a mi gusto, pero atenido a la difusión de los medios masivos, las canciones que escuché de lejos o “pegadito al picot”, las mejores canciones de cada álbum de mi colección salsera, la cual sistematizaré, para ir más allá del puro goce de los sentidos y del disfrute espiritual.

Más ahora, antes de iniciar la colección, presento mis eternas gratitudes a:
* Dios y Cristo Jesús que me han permitido hacer un agradable pero arduo trabajo.

*la periodista Ledis Caro.

*El director del universal .com.

* El(la)coordinador(a) de los blogspot de este diario y a todas las personas que intervienen en el proceso   tecnológico y periodístico talentoso, que permite comunicarme con mis amables lectores y lectoras, a quienes presento mis gratitudes también, en un primer plano.

Iniciemos, pues con uno de los discos más emblemáticos de la historia de la salsa:

1 New York en Tiempos Del Palladium.

Espectacular e irrepetible es este disco que contiene más de 20 petardos de los años 60 y 70 del siglo pasado destacándose el son de la Pachanga, el cual ocupa más del 30 % del cuerpo total del álbum, y para muestra un botón:

La Pachanga se Baila Así, Llegó la Pachanga, y Pachanga Brava del Maestro Joe Quijano.

Son de Pachanga del Zorro Plateado Johnny Pacheco.

Si No Vas a la Pachanga con Nelson y Sus Estrellas.

The Don José Pachanga con el Sexteto La Plata.

Medley Pachanga  de Richie Ray &Bobby Cruz.

Chachachá con Pachanga del Maestro José Fajardo y Sus Estrellas.

En Casa de Estanislao del Maestro Belisario López, y

Dolores: de Joe Cotto.

El Palladium Center de Nueva York, fue el más sensacional y espectacular salón de baile de esta ciudad, que se engrandeció con la música latina a partir de 1949, con la presentación del Gran Machito y su Orquesta.

En su escenario, desfilaron durante sus mejores tiempos los grandes de la época de los 50 y 60 del siglo pasado, como Tito Puente, Tito Rodríguez haciendo sonar sus instrumentos a ritmo de mambo, Chachachá y los boleros del “inolvidable”; luego llegarían Eddie Palmieri, Richie Ray & Bobby Cruz, la Orquesta Broadway y las mejores orquestas de música latina y entre estas: su majestad la Salsa.

La última noche de baile, música, licores y otras sustancias menos santas en el Palladium fue el 13 de abril de 1966, con la presentación de Richie Ray y Bobby Cruz, Eddie Palmieri y la Orquesta Broadway, de acuerdo con la versión de la web, ladiscoteca.com.

“La Pachanga, es un tipo de música con un ritmo fiestero y movido, con letras burlonas y pícaras, tal como lo definió la Guarachera Celia Cruz;

Nació en Cuba en 1959, como una mezcla de son montuno y merengue a raíz de la composición de la canción La Pachanga de Eduardo Davidson (1910-1994) interpretada por la orquesta Sublime, del músico y Arreglista Richard Egüés”.

Wikipedia, continúa ampliando la Historia:
“La Pachanga llegó a New york, a través de las orquestas de charanga, como la Orquesta Aragón; una de las primeras orquestas que interpretó La Pachanga en New York fue la Charanga de José Fajardo & Sus Estrellas (1919-2001);a principios de los 60, en New York y la costa este de Estados Unidos, la Pachanga superó en popularidad al chachachá”.

Sin embargo, las radiodifusoras cubanas de la llamada “onda corta” cumplieron un extraordinario papel al difundir el nuevo ritmo por el gran Caribe, cuyas ondas llegaban hasta los hogares cartageneros, difundiendo una programación basada en radio novelas y música cubana.

Es este disco, ahora un compacto en material acrílico, un homenaje al salón Palladium, a sus bailarines y las orquestas que en este se presentaron; se trata de un disco pródigo en pura salsa de la buena, de los tiempos de antaño como fueron también estos petardos que siguen a continuación:

Aprieta el Tumbao de Nelson y Sus Estrellas, Ají Picante con Manolín Morel, Lluvia con Nieve del rey del trabalenguas de la salsa: Mon Rivera, Bombón de Chocolate de Low Pérez, El Sopón, del Gran Charlie Palmieri, y Mi Guajira de Noro Morales.

Aunque siguen otros éxitos, hago un pequeño corte para invitarlos a que los canten y bailen bien acompañados y acompañadas; y para no perder la costumbre y refrescar la memoria salsera, disfruten  un poco de estas  letras:

Vamos a bailar pachanga,

en casa de Estanislao,

vamos a bailar pachanga,

en casa de Estanislao.

Yo quiero alegrarme mucho,

que vengan los invitados,

Que venga el compae’ Tiburcio

que vive del otro lao’…

Con los afectos de siempre:

UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.

[email protected]
FUENTE: ELUNIVERSAL.COM.CO

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